Debemos determinar ahora en nuestros
símbolos cuatro términos primitivos, los que expresarán la ley de
aplicación a todo el simbolismo. En efecto, volveremos a encontrar estos
cuatro términos en las cuatro primeras láminas, y su sentido general será:
1. Creador o Divino.
2. Conservador o Astral.
3. Transformador o Físico y Difusor.
4. Generador o Transitivo deviniendo
Creador.
Veremos que esta ley se aplica
exactamente a cada una de las láminas, las cuales poseen tres sentidos
diferentes.
1. Un sentido superlativo o Divino.
2. Un sentido comparativo o
Mágico-Astral.
3. Un sentido positivo o Físico, que
responde a una transición.
Clave del simbolismo en el Tarot
Los cuatro primeros arcanos mayores
forman, simbólica y numéricamente, una serie completa que responde a la
palabra sagrada "iod-hé-vau-hé".
En efecto, la primera lámina expresa el
"activo absoluto" y corresponde a "iod"; la seguda
lámina simboliza el "reflejo" de la primera, el "pasivo
absoluto" y corresponde a la primera "hé"; la tercera
indica el término de conversión y de transformación y corresponde a
"vau"; por último, la cuarta lámina constituye un término de
transición entre la serie precedente y la que le sigue.
La serie simbólica del Tarot estará
representada entonces por las cuatro primeras láminas, así como la serie
numérica lo está por los cuatro primeros números. Se desprende de esto
una consecuencia muy importante, y es que todos los símbolos del Tarot son
meras transformaciones de los tres primeros arcanos mayores —siendo éstos,
a su vez, los que nos dan la ley general del simbolismo—, ley que nos
permite determinar matemáticamente el sentido de las láminas siguientes.
Todavía podemos ir más lejos: Como la
segunda lámina es el reflejo de la primera —estando formada por la primera
considerada negativamente—, y como la tercera lámina emana de las
dos anteriores, bastará conocer el significado de la primera lámina del
Tarot para determinar con toda
precisión el sentido de las demás.
La ley general de las cuatro primeras
láminas es la siguiente:
1. Positivo. Creador.
2. Negativo. Reflejo de la primera.
Conservador.
3. Neutro. Reunión de las otras dos.
Transformador.
4. Tránsito de una a otra serie.
Podremos representarlas así:
Lo que es verdad para cada uno de los
términos de un ternario, lo será también para ese mismo ternario
considerado en su conjunto. Esto nos lleva a otras consideraciones.
El primer ternario será positivo y
corresponderá a iod, el activo o creador; el segundo ternario será
negativo y corresponderá a hé, por lo tanto todos sus términos serán el reflejo
de los términos del primero, así como la segunda lámina era el reflejo de la
primera.
Lo que nos dará:
En consecuencia podremos determinar el
sentido de los arcanos 4, 5, 6 y 7 en los tres mundos, con sólo conocer el
sentido de los arcanos 1, 2, 3 y 4.
Basta estudiar las correspondencias
numerales del Tarot para encontrar de inmediato sus relaciones simbólicas
con la iod, la hé, la vau y la segunda hé.
Mas si el segundo ternario es el
reflejo del primero se infiere que existirán iguales correspondencias con
el septenario, por lo tanto todas las láminas del segundo septenario serán
el reflejo simbólico del primero.
Las cartas del tercer septenario
representarán la tercera lámina, esto es la transformación.
Tendremos entonces las siguientes
interpretaciones:
1°- Septenario: La creación
activa. Lo divino. Osiris-Brahma. El Padre.
2°- Septenario: La conservación.
El astral. Vichnou. El Hijo.
3°- Septenario: La
transformación. Lo físico. Horus. Siva. El Espíritu Santo.
Resumiendo: Los tres primeros arcanos
dan la interpretación de todos los demás, tal como lo resumimos en la
siguiente tabla.
Determinación a priori del valor
simbólico de una lámina del Tarot
Determinaremos:
1° Cuál es la letra hebraica impresa a
la izquierda, en la columna horizontal que contiene la lámina considerada;
2° Cuál es la letra hebraica impresa
debajo de la columna vertical que contiene la lámina
considerada;
3° Cuál es la letra hebraica, impresa
debajo de la columna vertical, que contiene la lámina considerada.
EJEMPLO
Sea hallar el sentido del arcano 5.
Miro a la izquierda y encuentro como
letra hebraica la hé.
Esto me indica que el arcano 5 es la
hé, ¿de qué? Para saberlo miro la columna vertical y encuentro iod.
El arcano 5 es la hé de iod; mas esto
no es todavía suficiente, miro entonces la columna secundaria que contiene
el signo (—), negativo. Obtengo así una fórmula definitiva del arcano 5.
La quinta lámina del Tarot es:
La hé de iod, considerada
negativamente.
Es ésta una fórmula sintética
comprensible únicamente para quien está habituado al manejo del nombre
'iod-hé-vau-hé". Por lo tanto es necesario desarrollar esta explicación.
Hé representa el reflejo.
Diremos entonces, para ser más claros:
El arcano 5 es:
El reflejo de iod considerado
negativamente. Pero ¿qué es iod considerado negativamente?
Para saberlo busco en la columna de la
izquierda la letra iod, luego en la columna vertical secundaria el signo
negativo (—) y en la intersección de estas dos líneas encuentro el arcano 4.
La iod considerada negativamente es el
arcano 4.
Por lo tanto, diré:
El arcano 5 es el reflejo del arcano 4.
Así se explican todos los arcanos, los
unos por los otros, de acuerdo a lo que dijimos más arriba.
Esta tabla es la clave del "Ars
Magna" de Raymond Lulle.
Relaciones del Tetragrama y cada Arcano
1 iod de iod +
2 hé de iod +
3 vau de iod +
4 iod de iod —
5 hé de iod —
6 vau de iod —
7 iod de hé +
8 he de hé +
9 vau de hé +
10 iod de hé —
11 hé de hé —
12 vau de hé—
13 iod de vau +
14 he de vau 4-
15 vau de vau 4-
16 iod de vau—
17 he de vau—
18 vau de vau—
19 iod de 2a hé
20 he de 2a hé
O ó 21 vau de 2a hé
22 iod hé vau 2° hé
Relaciones del Tetragrama y cada Arcano
1 iod de iod +
2 hé de iod +
3 vau de iod +
4 iod de iod —
5 hé de iod —
6 vau de iod —
7 iod de hé +
8 he de hé +
9 vau de hé +
10 iod de hé —
11 hé de hé —
12 vau de hé—
13 iod de vau +
14 he de vau 4-
15 vau de vau 4-
16 iod de vau—
17 he de vau—
18 vau de vau—
19 iod de 2a hé
20 he de 2a hé
O ó 21 vau de 2a hé
22 iod hé vau 2° hé
Correspondencia entre las láminas del Tarot
Para obtener el origen y la derivada de una lámina cualquiera del Tarot, basta con tomar la tercera lámina anterior y la tercera que le sigue.
Así el arcano 8, derivada del arcano 5, da nacimiento al
arcano 11.
Se sigue de esto que cuando la suma de dos láminas da una
cantidad par, bastará con tomar la mitad de esta cantidad para hallar la lámina
que sirve de enlace a estas dos.
Por ejemplo, sea hallar el enlace que une el arcano 4 al
arcano 6 (el fluido animador universal y el amor universal); sumando 4 y 6
obtenemos 10 como resultado, la mitad de esta suma es igual a 5.
El arcano 5 (vida universal) reúne entonces los dos opuestos.
(El alfabeto hebreo establece rigurosamente esta filiación mediante las letras
correspondientes a estos tres números.) [Ver el arcano 8.]
El pasaje del fluido animador (4) en el amor (6) se opera
por intermedio de la vida universal (5).
Cada lámina del Tarot, poseyendo tres sentidos bien
determinados, permite filosofar a cualquiera sin necesidad de romperse mucho la
cabeza.
De todo esto puede obtenerse una nueva conclusión, y es que
cada una de las cartas del Tarot tiene como complementaria aquella que restada
de 22 reproduce el número de la primera.
EJEMPLO
¿Cuál es la carta complementaria del arcano 1?
22 — 1 = 21.
Luego el arcano complementario será el 21.
¿Cuál es ahora el término de enlace o de transición entre el
arcano 1 y el 21? De acuerdo a lo ya explicado tendremos,
21 + 1 = 22, y ahora 22/2 = 11.
En consecuencia: el arcano 11 (vida reflejada y pasajera)
establece la transición entre el arcano 1 (principio creador) y el arcano 21
(la generación universal).
Para hallar la carta complementaria bastará, según ya
dijimos, con restar de 22 la carta considerada. Veamos otro ejemplo:
Hallar la carta complementaria del arcano 14.
22 — 14 = 8
El arcano 8 será, en consecuencia, el complemento del 14.
Todos estos datos nos serán muy útiles en lo que sigue. Es por esto que hemos
sido tan insistentes. Podemos ahora volver al estudio de los arcanos mayores.
Pero antes repetiremos la figura que nos ha servido para encontrar la clave
general del Tarot, valiéndonos para ello de la ley que rige las cuatro primeras
láminas.






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